lunes, 1 de octubre de 2012
tu signo no es el mío
Signo: m. Cosa que evoca en el
entendimiento la idea de otra.
Destino determinado por el influjo de los astros.
cuando me preguntás
y humildemente te respondo
"soy de escorpio"
ponés esa cara
esa
mueca
que te transforma los gestos
y después de ciertos bufidos
que me cuesta decodificar
me largás un "debés ser re
brava"
yo te miro curiosa
no sos la primera que me lo larga así
sin conocerme demasiado
ni sos la primera que ante una respuesta
que yo creo ingenua
dá por sentado una sentencia
irreprochable.
el tema es que no sabés cuánto cotiza mi
veneno
a quiénes me gusta penetrar
con el aguijón que cargo en mi espalda
ni que en el mundo de la biología se
dice
que hay más de mil cuatrocientas
especies de escorpiones
qué digo
escorpianos
alrededor del mundo
(del mío, del tuyo)
es decir
no tenés ni idea
si en verdad soy un Typhlochactas mitchelli
o un Pandinus
imperator
pero en seguida te jugás la cabeza
que soy una escorpiona Buthidae
que carga con las amantes
una sobre otra
en una suerte de casita de naipes
que administro caprichosamente.
Yo te dejo hablar, reírte
hacerte la linda
con lo que sabés sobre los arácnidos
pinzudos.
Primero pienso en aclararte
que no me considero muy celosa
pero que sí soy pasional.
Después me doy cuenta
(sola)
de que no vale la pena
Que en tu imaginario yo soy sólo esa
mujer animal
que esperás con tu cuerpo
ansiosa
contando los minutos que te separan
de ese beso
de mujer araña
Que en realidad vos estás tan entusiasmada
porque con los dedos de la mano
te diste cuenta de que segurísimo tengo
el ascendente justo
para que seamos felices eternamente
cebándonos mate en un sillón de mimbre
con el viento del campo en la cara y el
bastón sobre la falda
Y yo
que no curto el trance ludovica squirru
que solamente tenía ganas de conocer a
alguien
que me distraiga
y que me saque a pasear
yo
que sentada en frente tuyo
no encuentro cómo aclararte sin
interrumpirte
que debajo de ese escorpión
vivo yo,
me siento un poco mal.
un poco ajena
y encima con la de idea fija
de que yo nunca entendí eso de los
signos.
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*aclaración (wikipedia mediante)
Escorpión.
Apareamiento y época de reproducción
Durante la época de apareamiento las
hembras desprenden feromonas sexuales atractivas para los machos, quienes,
habiendo encontrado a una, intentan excitarla mediante movimientos llamativos.
Cuando la ha "convencido", se
agarran entre sí de las tijeras y comienza un baile que a veces dura horas.
Al comienzo del ritual se agarran los machos a las hembras no sólo con las
tijeras: también le clavan el aguijón venenoso a la delgada piel del
brazo-tijera de la hembra. Intentará estimularla; aunque todavía no está claro si el macho
también le inocula veneno.
Durante la danza de apareamiento conduce
el macho a la hembra a veces a lo largo de varios metros, y busca con los pectines el sitio
ventral apropiado para su espermatóforo. Entonces tira de la hembra, para que
el semen pueda entrar directamente en ese poro. Tras lo cual finaliza el baile
y la pareja se separa rápidamente —a veces sin embargo se produce la
ingesta de la pareja (canibalismo)—. Ambos sexos pueden aparearse
varias veces a lo largo de la vida, de entre ellos la hembra de las Buthidae ha
sido observada copulando mientras una anterior pareja seguía sobre su espalda.
A veces sin embargo se produce la ingesta de la pareja
De a poquito
Mordiendo bajito
Intentando que duela lo menos
posible
Pero que se sienta cada dientecito
que ya no es de leche
Cada premolar cariado
Que se sienta
Sobre tu cuello impoluto,
perfecto
nacarado
Que se sienta cómo te voy
convirtiendo en jugosos pedazos
con la coronita de la muela de
juicio bien plateada
bien brillante
Que en algún momento sientas en
tu propio cuerpo
cómo es eso de convertirse en un bollito
bollito chiquitito, ensalivado
Cómo de repente sos vos el que
está adentro mío
Pero soy yo la que te maneja
Todo mordidito, como un chupete
que se resiste
Pero que nació para eso
Para ser deglutido
Con cierta gracia, eso sí,
Con esta boca, la mía,
pintada de rojo
Con ese color que ni las más
putonas se animan a portar
Me vas a hacer correr la
pintura, claro,
Porque siempre te gustó ese
toque desprolijo de mi cara
Esa cicatriz absurda, ese lunar
equivocado,
Siempre te gustó que en el fondo
yo me sintiera un poco fea
Regordeta, con ese poco sentido
de la coordinación
Cuando compartíamos una pista de
baile
O un par de cuadras sin
emborracharnos
Te gustaba que me comprara
accesorios baratos
Una mezcla de cotillón pero
portados con clase
Te gustaba mi pelo sin crema
para peinar
Pero ahora que siento tus
rodillas en mi paladar
Que ya pasó el fémur no sin
violencia
Ahora que te encuentro tan
entregado a mi osadía
tan indefenso
mi bollito chiquitito,
ensalivado,
siento que éramos los dos los
que nos estábamos usando
arriesgándonos a ser absorbidos
por el otro
en ese trampolín absurdo donde
por lo menos yo
me tiré sin flota flota
ni chaleco salvavidas.
Pero ahora es distinto
Porque por más agua que tome
no me pasás de la tráquea
Porque me clavaste
de a una
todas, cada una
de tus espinas
Porque logré desarmarte
Y te quedaste desnudo
Delante mío
Sin saber responderme
Porque por más que mastique con
todas mis fuerzas
Por más que entrene mi mandíbula
todos los días
Por más calcio que tenga mi
dentadura
Hay algo, cariño, que ni mis
mejores intenciones te pueden sacar
La careta
Esa que te cuelga
De tu cara tan bonita
Tan jóven
Y tan maldita.
Puta madre la tuya
Que te enseñó ese discurso
De que sabías respetar a las
mujeres
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